En un riguroso y preciosista blanco y negro, una serie de palabras, gestos y costumbres sociales que nos remiten a un tiempo pasado, a punto de desvanecerse, Moza de ánimas  registra, casi a modo de documental etnográfico, un ritual centenario que se desarrolla en la localidad salmantina de La Alberca: el recorrido por las angostas callejuelas del pueblo que cada noche realiza una mujer rezando y tocando la esquila por los difuntos. El carácter espectral de su figura, en ocasiones apenas una sombra, se ve acentuado, y en cierta forma desnaturalizado, por un excelente trabajo sonoro donde se solapa esta arcaica letanía con unos sutiles ritmos electrónicos.

Moza de ánimas  es un vídeo documental pero se convierte en otra cosa, en una experiencia subjetiva, funciona casi como un muestrario de formas de subversión de los códigos del documental directo y del registro documentalista en torno a un personaje o una situación "singular".