En el sonido, un mantra recitando colores en función de los objetos o seres que los portan. En la imagen, una mano despliega y repasa ficha por ficha un catálogo de colores para la impresión (Pantone  o pantonario) cuyas referencias han sido modificadas con las ideas que se van nombrando. Sus diversas asociaciones entre color y concepto presentan un viaje hipnótico por las distintas acepciones. El espectador en su mente es capaz de visualizar tanto los motivos como, fugazmente, los momentos en los que percibió cada color nombrado.

Utilizando unas sencilla carta de colores de papel (y modificando sus nombres), Eugenia Bàlcells consigue operar en el espectador un cambio sutil en su percepción del proceso plástico. Las páginas de un catálogo cromático giran, como una rueda en sentido contrario a las manillas del reloj, acompañadas por la lectura pausada, una recitación que va puntualizando seres y objetos, hasta explorar un nuevo sentido intenso y contemporáneo de lo pictórico. En este vídeo la pintura no es impuesta sino recitada. Las acepciones otorgadas a cada muestra progresan pausadamente como si fuese una sucesión de cuadros monocromos aunque, a diferencia de lo habitualmente observado en esta tendencia pictórica, cada uno porta una imagen provocada por la palabra, o denominación, y que toma forma en la imaginación del espectador ampliando su percepción de la realidad.

Liberando la mente del flujo de pensamientos que la confunden, como lo pudieran ser una carta de colores, este mantra de conceptos recitados sobre distintos colores consigue que el espectador acceda a un estado de profunda concentración, casi de hipnosis, una iluminación evocadora. La rueda tántrica, girada suavemente, permite acceder al mundo de la pintura, habitualmente cerrado en si mismo, por la puerta de atrás: a través de las muestras del color, convirtiendo la acción plástica en un proceso de conocimiento espiritual. La fascinación y sugestión de este trabajo produce una placidez similar a la que llega cuando se contemplan las llamas de una hoguera, o la contemplación espacial que sucede ante los cambios de luz de una vidriera, una pintura en movimiento.