Tia Berti
Tia Berti
Sin duda, este es un de los trabajos más interesantes y enigmáticos del realizador Jaime Vallaure. Con él, nos introduce en una reflexión en torno a la consciencia, nos abre una serie de interrogantes que no intenta cerrar sobre la percepción, el saber o el conocimiento.
Contraponiendo dos planos, el de una señora mayor que parece absorta en sus pensamientos por un lado y el de una niña, que pese a mostrarse nerviosa frente a la cámara, permanece sonriente por otro, al autor genera una inquietante situación. La señora cuya mirada perdida parece indicar que ésta puede no estar compartiendo mentalmente la realidad de su entorno más inmediato, se muestra hermética frente a cámara. Su silencio prolongado puede llegar a ser turbador. A la niña le cuesta disimular su expectación y la avidez de su mirada no es capaz de ocultar sus pensamientos que se reflejan en rostro de forma abierta y clara.
Estas dos personas no median palabra alguna entre ellas, pero aun así, la tensión que se genera logra introducir a los espectadores en un espacio muy particular, en el que el silencio, obliga a que quien se enfrente a este trabajo tenga que decidir como implicarse en él.