Olvidada Ciudad de los Idiotas
Olvidada Ciudad de los Idiotas
La Alemania nazi gaseó a 300.000 enfermos mentales, sosteniendo sus psiquiatras que el enfermo mental transmitía su tara a los descendientes, contaminando la pureza de la raza aria. Análogamente, la psiquiatría franquista defendía que ser de izquierdas era una enfermedad mental y moral que el enfermo contagiaba a su descendencia, deformando la grandeza de la raza española. Así, se quiso “limpiar” la raza española con adoctrinamiento, disciplina, fármacos, reclusión en manicomios, neurocirugía, tratamientos aversivos, torturas, electrochoques…
Partiendo del terrible caso del Psiquiátrico de Valencia: un manicomio donde la terapia moderna es todavía ignorada, en palabras de un titular de la época, somos testigos de la terrible situación de los enfermos mentales asilados en el manicomio que de forma provisoria se había habilitado, cien años antes, en el viejo convento de Jesús. Y aunque la apertura en 1973 de un macrocomplejo hospitalario en Bétera, incluido un “gran hotel de cinco plantas”, pretendía que “de la cochambre del antiguo, los enfermos mentales pasaran a disfrutar estos otros pabellones impolutos, relucientes y confortables”, asistimos a la contemplación de un desolado entorno hospitalario con sus absurdas construcciones, como el nunca inaugurado hotel. Desperfectos estructurales, desidia y trato impersonal y despótico en el cuidado a los pacientes, en un ambiente casi totalmente ausente de connotaciones terapéuticas.