Un Mystique determinado se presenta como una pequeña opera rock, construida a partir de las canciones escritas por el grupo Astrud. Desde el comienzo hay una cita al formato de los musicales en los que se abordan problemáticas existenciales desde el humor.

En este caso la trama es ideal para confrontar la consideración del público hacia los creadores de arte contemporáneo. Un futbolista se siente repentinamente tocado por la inspiración artística, a lo que llama el “Mystique”, y decide dejar su carrera deportiva y embarcarse en este nuevo rumbo. La pieza sirve para explorar y criticar los estereotipos que sobre el arte y los artistas circulan en nuestras sociedades y sobre las diversas jerarquías e ideologías que operan dentro de este contexto. 

Valores herederos de la idea romántica del artista como la inspiración, la originalidad, la autoría, son lúdicamente revisados. El creador como un ser especial llamado por la gracia, tendrá que enfrentarse a la búsqueda del reconocimiento social, desde parámetros muy distintos al del deportista, bien situado en el sistema. El videoartista, y más aún en el panorama español, no deja de ser todavía una figura difusa, desubicada…casi un outsider.

La obra cuenta con la brillante interpretación protagonista del actor  Pablo Rivero que también aparece en otros vídeos del actor, como en Tonight`s the night.

Carles Congost trabaja en distintos campos para reflexionar sobre los procesos de creación y producción de las obras artísticas y el modo en que se imbrican con la vida. Su obra analiza los encuentros entre alta y baja cultura en expresiones artísticas que van del diseño a la música y de la moda de las subculturas juveniles a la industria publicitaria.

Sus referentes estéticos provienen del universo pop, de la música popular, de la estética de masas, del video-musical, de la serie B, y de la cultura televisiva. También son frecuentes las alusiones irónicas al sistema de producción artístico y su puesta en comparación con otras esferas creativas, como el mercado discográfico. Precisamente, de su interés por la música nació el grupo The Congosound, del que es cofundador. También son habituales las colaboraciones con otros músicos, como  Fangoria o Astrud.